UN MUNDO PARA TODOS

¿Quien no puede subir una rampa o bajar una pendiente?¿Quien no puede pasar por una puerta de más de 70 centímetros de ancha?¿Quien no puede pisar un terreno liso? ¿Quien no puede circular por una acera ancha? Todos podemos hacerlo, pero si las puertas son estrechas, por regla general las de cuarto de baño, un lugar imprescindible para TODOS, son de 60, y una silla de ruedas no puede pasar, como tampoco puede dar saltitos, y las ruedas no suben para salvar escalones... A nadie benefician estas injusticias y discriminación negativa.

HAGAMOS UN MUNDO PARA TODOS. Entre TODOS podemos conseguirlo. ¿Te animas?

martes, 30 de octubre de 2012

jueves, 20 de septiembre de 2012

PROHIBIDO EL PASO A SILLAS DE RUEDAS

Este título, no es una exageración, a pesr de que ya hace unos diez años que terminó el plazo para adaptar las entradas en los sitios públicos, para que pudieramos entrar TODOS, seguimos, al menos en Palma de Mallorca,España, que es donde me muevo habitualmente, sin poder entrar en la mayoría de establecimientos religiosos...

El día 15 de Septiembre, hizo  veinticinco años que vine a vivir en la casa que aún vivo. Es un barrio encantador, que más parece un pueblecito, las casa son de una o dos plantas como máximo y uifamiliares, lo primero que hice fue pedirle al párroco de entonces, cuando vino a visitarme; ahora está recién jubilado, que pusiera una rampa o mejor aún, suprimiera el pequeño doble escalón de acceso al templo.

Ahora también se lo pedí al nuevo párroco, amigos míos han estado dispuestos incluso a hacer la obra sin cobrar y pagar de su bolsillo los materiales, se negó.

Cuando mueren mis vecinos, no puedo ir a los funerales, ¡quedo fatal!; sumergidos en su dolor particular,  a nadie se le ocurre que no puedo saltar sobre el obstáculo, tampoco puedo ir a comuniones, bautizos, celebraciones ni ningún tipo de evento.

¿Tendré que elevar al Santo Padre, mi solicitud para entrar en la parroquia que geograficamente me corresponde?

martes, 12 de junio de 2012

La IGLESIA no nos quiere

Que no te acepten en el cole porque vas en silla de ruedas, es ilegal, inhumano y anticonstitucional; que no te permitan la entrada en circulos culturales, cines, teatros etc., no tiene perdón,; que los jovenes te discriminen porque no te pareces nada al sex simbol de moda, o tus medias no sean ideales, es para llorar; pero que la mismísima Iglesia Católica, te impida el acceso con sus enormes portones y escaleras o pasillos estrechos, es paraodiar a todo el clero... ¡caramba!
Alguien dijo que la religión era el opio de los oprimidos, pues nosotros ni eso... ¡Ya está bien, ¿no?!

viernes, 23 de marzo de 2012

Andoni Moreno ha colgado en FACEBOOK, este lynk en la que una chavala con mucho ovario es lanzada en plan puenting. No apto para cardiacos. No se como se llama la valiente, pero desde aquí deseo expresarle mi total admiración. Besotes chica



viernes, 24 de febrero de 2012

jueves, 23 de febrero de 2012

Circular es posible, aún en silla de ruedas

Nov


10

Visita www.circularconsilladeruedasesposible.blogspot.com Acabo de abrir un blog, en parte para promocionar mi libro electrónico:

Circular es posible, aún en silla de ruedas



y en parte con el deseo sincero de que mi experiencia te sirva por lo menos para que no te des los mismos batacazos que yo me di, o si puedes andar perfectamente, pero por azares de la vida repentinamente te toca hacerte cargo del cuidado de alguien que se desplace con ruedas, y no tenías ni idea, si te puedo ayudar ¡soy feliz!





En este libro, pongo a tu disposición, mi larguísima experiencia a bordo de diversos artefactos, a cual más peligroso, en un medio hostil, peligroso e insalubre, así es como considero mi actividad circulando, y no por gusto o ganas de riesgo, entre camiones de carga o autocares, entre conductores agresivos, descuidados, e insolidarios que tanto pululan en las malas carreteras de mi pequeña patria Palma de Mallorca. El motorista de humo pestilente que se te para delante en los semáforos, y todo el tufo te va a la nariz... Los conductores que te rozan gritando: "A la aceraaaaa", una acera inexistente en carretera o con un escalón de un palmo en la ciudad; que encima se cree que te ha hecho un favor, que te está educando, y no puedes devolverle el grito porque ya ni lo ves ni lo oiría, y tienes que tragarte la rabia contenida... Los que no te ven y te rozan de verdad haciendo bastante daño, que también te tienes que aguantar, porque ni te dió tiempo de retener su número de matrícula... El que con gracietas estúpidas como "Vas en dirección contrariaaaaaa", que tanto si te mueves a brazo partido o si dependes de unas baterías de duración muy limitada, no estás para kilométricas vueltas, para ir en la dirección correcta....





No incluyo en el blog todo el libro, solo un resumen de cada uno de los temas. El libro entero me lo puedes pedir en belrosszag@gmail.com, por el módico precio de 15€, te aseguro que vale lo que pido, además hay muchas fotos, poesías, etc







Posted 10th November 2011 by Bel Rossiñol de Zagranada

Vamos a la calle, ¿podremos volver?

Antes de pisar la vía pública tengo dos noticias que darte: una buena y otra mala, mejor antes esta última.

Cuando un conductor veterano, en trastos realmente pesados, o un conductor medio dormido o de resaca, o un loco en moto, sale a una gran vía, lo último que espera, es que le salga de no sabe donde un indivíduo sin casco en silla motorizada, a una velocidad relativamente rápida, o en dirección contraria, o que pretendiendo una autonomía que no tiene, aterriza con su mentón en el suelo ante si, desparramando sus dientes en el asfalto...


Es muy importante tener en cuenta, que para el 98% por ciento de los usuarios no tenemos derecho ni a salir por la calle. Para el que va por la calzada, único medio que no nos queda más remedio que compartir, en la mayoría de los casos, piensa que no tenemos derecho a ello, a pesar de que llevamos dos motores y cuatro ruedas, porque no desarrollamos la velocidad que ellos llevan. Millones de veces me han rozado con su onda expansiva o directamente, por pasar muy cerca y un único grito: ¡A LA ACERAAAAAAA!... Pasan tan rápido que no tienen oportunidad de oir mi respuesta: ¡A la optica cegatooooo! ... Porque las ruedas pequeñas, no suben desniveles, no se levantan por si solas, y si miraran antes de gritar, comprobarían que en la mayoría de los casos, son de unos 20 centímetros, lo mismo que nuestras ruedas pequeñas, ¡imposible subir! y es mucho lo que arriesgan nuestras vidas con su peligrosa actitud.

Pero la cosa no acaba aquí. A los usuarios de los reservados a peatones no les gusta encontrarse con una silla de ruedas, les incomoda nuestra velocidad, en el fondo piensan que deberíamos arrastrarnos ante ellos, no adelantarles gracias a la potencia de nuestros bimotores o la fuerza muy musculada de los parapléjicos que impulsan con sus dedos los enormes aros. Los ancianos que se encuentran con nosotros temen seriamente que les atropellemos, como si no controlaramos el tema. NO SOMOS BIEN RECIBIDOS EN LAS ACERAS, y prueba de ello, son los escalones de acceso, columnas, barrotes, papeleras, postes, baches, obras, sillas de bares, bancos que impiden definitavemte nuestro curso, estan ahí para impedirnos el paso PORQUE NOS RECHAZAN EN LA ACERA.



Hace pocos días, me gritaron porque utilizaba la vía de bicicletas a las 8,30 de la mañana... ¡Señora esta vía no es para carros! Esta vía la uso mucho porque allí si se han preocupado de que el suelo sea bien asfaltado, limpio, liso, y sin interrupciones, por eso te recomiendo hacer lo mismo, pero no hay que olvidar, que es como otra carretera, y practicar las mismas normas: ir por la derecha, ceder paso a vehículos más rápidos, ceder el paso en los pasos de peatones, etc. Yo lo observo a rajatabla, ¿merecía este grito? Honradamente pienso que no.



Resumiendo la mala noticia: no nos aceptan, ni en la acera, ni en calzada, ni carril para bicicletas. En el espacio aereo no lo he probado, la verdad.



La buena noticia



Como no somos aceptados en ningún medio, ¡es la guerra! ¡voy por donde me da la gana! observando las normas, con cuidado a que no me atropellen ni atropellar a nadie, que no haya cristales o clavos quee pinchen las ruedas, o que no haya cacas con las que ensuciarme las manos o la ropa y que pueda seguir recto, no como en algunas rampas, luego tienes que volver por donde subiste para poder bajar malgastando batería y tiempo.

LA CALLE, peligro de depresión, tortazo o la muerte

Calles inhóspitas


Creo que las calles son inhóspitas para todos, pero para los usuarios de diversos tipos de silla de ruedas, es peor aún si cabe. Y no es que seamos "susceptibles", como nos acusan, pero si mucho más vulnerables, con un abanico de peligros mucho más largo que los bípedos, (criaturas que pueden permitirse el lujo de desplazarse a dos pies). Para los que no tenemos este privilegio, disfrutado por una larga mayoría, un simple desnivel de tres centímetros, una puerta de 60, que también son la mayoría en los baños, una acequia... ¡Es el fin!...¿Se acabó el trayecto!...

No queremos ser el quejica de turno, o la mosca cojonera, hablando en lenguaje más llano... Pero no nos queda otro remedio que ir denunciando estas barreras en la esperanza de que un día no muy lejano, no estén.

lunes, 20 de febrero de 2012

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martes, 10 de enero de 2012

Copia de "EL TRIBUNO"

ES MIEMBRO DE LA ASOCIACIÓN DE PINTORES CON LA BOCA Y EL PIE (APBP)

Antonella y su capacidad de retratar con sus pies lo que ve

Nacio sin brazos pero, por la estimulación temprana, empezó a pintar desde niña. Tiene 21 años. Ahora quiere estudiar Bellas Artes porque le gusta la docencia. Mientras, sigue en su mundo de telas y colores.
lunes 09 de enero de 2012 Espectáculos
Antonella y su capacidad de retratar con sus pies lo que ve

Antonella nació sin brazos. Cumplió 21 años sin brazos y vaya una a saber cuántos más pasarán haciendo como si los pies fuesen sus manos como una cuestión natural.

A quienes manejamos brazos y manos con naturalidad, nos impresiona mucho escucharla. Conmueve cuando se reconoce como una persona con discapacidad para quien la falta de brazos jamás fue un problema. Ni siquiera tuvo que aceptar que tenía un problema, fue una carencia física que vino con ella, que tuvo “desde el principio”.

Fue como consecuencia de un mal congénito durante el embarazo y del que sus padres, Antonio Semaán y Angélica, no fueron advertidos. Lo supieron cuando la niña dio el primer grito. 

Antonella no sabe cómo es un cuerpo con brazos. Sus pies son sus brazos. Los usa igual, puede ponerse los lentes de contacto o atarse los cordones de las zapatillas.

Desde los 6 meses hasta los 3 años, en el Hospital Italiano de la Capital Federal, aprendió a suplir el trabajo de los miembros superiores con los inferiores a través de la terapia de estimulación temprana. Una terapia en la que tuvo decidida participación su familia. Un entorno que “nunca me hizo sentir diferente”, recalca todo el tiempo la jovencita, que demuestra fuerza y empuje inagotables.

A la vez que aprendía a manejarse sin los miembros superiores, Antonella buscaba a personas con discapacidad similar “para ver cómo manejaban los pies, para encontrar con quién identificarme”. Reconoce que no le resultó fácil en los medios donde se movía; tampoco internet tenía muchas posibilidades de comunicación y todavía no se habla de discapacidad con demasiada naturalidad.

Pero, inquieta al fin, Antonella buscó y buscó hasta que encontró a Pilar Benítez Velloso, quien le habló de la Asociación de Pintores con la Boca y el Pie (APBP) y la apadrinó.

Su talento, pero especialmente su dedicación, le permitió mostrar su trabajo a todo el país a través de sus participaciones en la película que se generó a partir de la gira “Mundo Alas”, impulsada por León Gieco, y de las exhibiciones en todo el país junto al cantante.

Desde el jardín de infantes
Podría decirse que Antonella tiene vocación por la pintura desde siempre, como si su mamá desde la panza le hubiese transmitido el amor por las artes. “En el jardín -recuerda- no hacía otra cosa, nada me gustaba más que pintar. Por eso crecí entre los colores y las telas, y poco a poco fui definiéndome”, relata.
Le gusta el realismo y cree que puede interpretar con fidelidad la realidad.

A la par, le gustan las obras de los impresionistas “por sus manchas y sus colores vivos”, aunque no es la corriente que ella elige para sus obras. Ella busca lo que le produce placer, como es el caso de los paisajes. Cuenta que en cada viaje por el país, su mamá la acompaña y fotografía lugares que Antonella luego reproduce en sus telas, y hace collages o fusiones. También le gusta hacer lo que denomina “homenajes” a determinados lugares. Tiene uno de Villa La Angostura, en Río Negro.
Pintar, siempre pintar
Dice que siempre está de buen humor y que, como su papá, se levanta conversando. “Soy una charlatana”, se define.

Pinta hasta que le aparece el infaltable dolor de piernas. Pero descansa y vuelve al ruedo en su posición de buda hasta que, apasionada, cumple unas tres horas por mañana. Si no, habla con la Asociación, hace bocetos, imagina colores, piensa en el futuro, prepara materiales. Incansable. Y siempre con la familia a su lado, donde estuvo desde el primer minuto de su vida.

Ahora quiere estudiar Bellas Artes porque le gustaría dar clases de dibujo y pintura como terapia, pero para eso hace falta un título. 

Sin dudas, si se lo propone lo logrará. Por el coraje de vivir y ser como es.