He oído muchas veces esta frase, reconozco que se presta a múltiples interpretaciones.
Una de ellas, me equivocaba, era la de que el espíritu, la magia del rock, al que soy altamente aficionada, perduraría por los siglos de los siglos, como la Novena sinfonía de BETHOVEN, sin el creador, que ya murió.
Así pensaba. Otras veces, confieso que pensé que el rock sería algo así como una leyenda, como el far west, también me equivocaba.
La cruda realidad, es que los viejos rockeros nunca mueren, porque no mueren viejos, ¡mueren jóvenes! … No me digas que es vejez los cincuenta años del más pequeño de los Jackson’s Five , o el ex Beatle Jhonn Lennon, Marilyn Monroe, el estrafalario Elvis Presley, y un larguísimo etc.
Solo de pensarlo, ¡me da frío! a pesar del las altas temperaturas en las que nuestra madre Tierra quiere freirnos… Es cierto que soy forofa del rock, ¡pero no quiero morir joven!… Estoy pensando en regalar todos mis discos de vinilo y cintas de cassette rockeras, y pasarme a otro movimiento menos mortífero, ¿Que harías?
No se, no se, me voy a deliberar. ¡Hasta la próxima!
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